Las empresas armenias están sujetas al impuesto sobre la renta (beneficios) y al impuesto sobre el valor añadido (IVA). Las empresas poseen una identidad fiscal distinta a la de los accionistas.

En caso de adquisición de acciones, el valor contable de los activos y pasivos de la empresa objetivo permanece sin cambios. El adquirente heredará todos los pasivos fiscales históricos, pero también las pérdidas fiscales arrastradas. La adquisición de acciones está exenta del IVA 20% de Armenia (artículo 7, apartado 4, de la Ley del IVA). Cabe señalar que las reorganizaciones societarias (fusiones y consolidaciones) también están exentas del IVA (art. 7 (5)).

No existen derechos de timbre sobre la transferencia de acciones. Aunque los dividendos no están sujetos a impuestos en Armenia, los accionistas de la empresa objetivo pueden tener que declarar las ganancias de capital por la venta de acciones gravadas a una tasa normal de 20%.

La adquisición de activos se trata como si el comprador hubiera comprado todos los activos por separado. Cuando un comprador compra los activos de un objetivo, el objetivo reconocerá cualquier ganancia o pérdida incorporada en sus activos y el comprador luego deprecia los activos recién adquiridos. Los pasivos fiscales anteriores del objetivo permanecen con el objetivo.

La venta de activos comerciales está sujeta al IVA. Este IVA incurrido por el comprador se puede recuperar (reembolsar o compensar) si los activos se utilizan en actividades comerciales gravadas con IVA. No existen derechos de timbre sobre la venta de terrenos o bienes inmuebles.

Las asociaciones basadas en contratos generalmente se tratan como transparentes a efectos fiscales.